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martes, mayo 29, 2012

AMISTAD


CLASIFICACIÓN:
VALORES - AMISTAD
AUTOR:
Desconocido
EDAD:
A partir de cuatro años
WEBGRAFÍA
http://leemeuncuento.com.ar
QUE TRABAJAMOS:
La amistad y la discriminación





Laura y Patricia llegaron corriendo de la escuela, era lunes y hacía sólo una semana que habían comenzado las clases.
Después de sacarse la túnica y lavarse las manos, competencia diaria para ver quien terminaba primero, se sentaron a la mesa a almorzar. Era la hora en que la familia se reunía a contar los sucesos del día.
¡¡Tenemos una compañera nueva!! - dijo Laura a sus padres.- Se llama Vanesa y ya nos hicimos amigas.
-¡Que bien! - dijo mamá- Imagino lo que habrán jugado y corrido en el recreo.
-Bueno, no es tan así, la que corrí fui yo, pues Vanesa iba en su silla-
-¿Su silla? - preguntó mamá.
-Sí, Vanesa no puede caminar, por eso está en una silla de ruedas-
-¡Oh,pobrecita! -exclamó mamá.
-¿Pobrecita por qué?- respondió Laura - Bueno, me da pena que no pueda caminar-
-Sí, ya sé, pero no me parece bien tenerle lástima,es súper, tiene unos ojos azules enormes y siempre está sonriendo. ¿Sabes una cosa mami?, resulta que en la clase hicimos un juego llamado la "Justa del saber". Nos dividimos en equipos, la maestra nos dio hojas que contenían preguntas de conocimiento e ingenio y el equipo ganador se llevaba de premio un libro de cuentos.
Pues bien, gracias a Vanesa que se sabía todas las preguntas, ¡¡ganamos!!
La maestra nos propuso hacer este juego una vez por semana, así que, mamá, te imaginarás que Vanesa es la más solicitada para integrar el equipo-

Patricia, que por ser más pequeña esta en otra clase, intervino apoyando a su hermana.
-¡Claro, mamá!, cuando yo la vi en el recreo, al principio me pareció raro ver una niña en silla de ruedas pero al rato de estar con Vanesa ya ni me acordé más.
Se ofreció para vender los bizcochos, por ser su primer día la maestra se lo permitió,
al rato ya los había vendido todos. Por hacerlo siempre te regalaban tres bizcochos, y ella los compartió con nosotras.-
Los padres de Carolina y Sofía reflexionaban después sobre la espontaneidad y falta de prejuicios que la niñas tenían. Una vez superada la primera impresión nada les impedía relacionarse naturalmente con alguien "diferente".
Tal vez nuestros prejuicios sobre el que es "diferente" (muchas veces por ignorancia) nos lleve a asumir conductas erróneas.
Mientras tanto, Vanesa también había llegado a su casa y sentada a la mesa del comedor contaba a su madre el primer día de escuela.
Se sentía feliz, pues se había hecho de dos amigas y en el juego que habían hecho en clase, su equipo había sido el ganador.
-Se llaman Laura y Patricia, nos hicimos muy buenas amigas, no como con otras niñas tontas que quieren estar conmigo porque dicen que tengo "algún problemita".
Su madre la miró con ternura y sonrió. FIN


JUAN Y SUS NUEVOS AMIGOS


CLASIFICACIÓN:
VALORES - AMISTAD
AUTOR:
Regina Meyer
EDAD:
A partir de dos años
WEBGRAFÍA
http:circulodelectores.com
QUE TRABAJAMOS:
La amistad y la generosidad





En un pueblecito vivía un niño llamado Juan que tenía tantos juguetes que ya no sabía con cuál jugar.
Un día llegaron unos vecinos nuevos, una simpática familia con tres niños que se llamaban Julia, Pedro y Luis. Los tres hermanos preguntaron enseguida a Juan si quería jugar con ellos y lo invitaron a ir a su habitación. Cuando llegó allí, Juan puso unos ojos como platos: ¡sus nuevos amigos tenían poquísimos juguetes! - ¿no tenéis más juguetes?, pregunto muy sorprendido.
No le contesto Luís, nuestro padre no tiene trabajo y tenemos que ahorrar. Pero no nos importa, nosotros inventamos siempre juegos nuevos.
Entonces enseñaron a Juan algunos de sus juegos y, después de estar juntos toda la tarde, Juan se dio cuenta de que se lo había pasado en grande. Hacía mucho tiempo que no disfrutaba tanto.
Por la noche cuando regreso a su casa y entró de nuevo en su habitación, pensó: - en realidad podría regalar a Luís, a Pedro y a Julia algunos de mis juguetes. Ellos tienen muy pocos y yo tengo demasiados. Pidió permiso a sus padres, que creyeron que era una idea fantástica y le ayudaron a decidir qué juguetes regalaría a sus vecinos. Sus nuevos amigos se alegraron muchísimo cuando se los llevó.  Y entonces a partir de ese día, unas veces jugaban con los juguetes y otras, inventaban originales y divertidos juegos. Y la verdad es que siempre se lo pasaban realmente bien. FIN

UN TRATO CON SANTA CLAUS


CLASIFICACIÓN:
VALORES - AMISTAD
AUTOR:
Pedro Pablo Sacristan
EDAD:
A partir de dos años
WEBGRAFÍA
http:Cuentosparadormir.com
QUE TRABAJAMOS:
Vencer el materialismo





Julio estaba tan enfadado por los pocos regalos que había recibido la Navidad anterior, que la carta que escribió a Papá Noel aquel año resultó tan dura que el mismo Santa Claus fue a visitarlo unos días antes.
- ¿Por qué tanto enfado y tantos regalos? - preguntó Papá Noel- ¡Pero si tienes un montón de amigos!
- ¡Me da igual! Quiero más juguetes y menos amigos.
Y tan molesto estaba que el bueno de Santa Claus tuvo que proponerle un trato:
- Está bien. Como muchos otros niños me han pedido tener más amigos, te daré un regalo más por cada amigo al que renuncies para que se lo pueda ofrecer a otros niños.
- ¡Hecho! - dijo el niño sin dudar.. -Además, puedes quedártelos todos.
Aquella Navidad Julio se encontró con una enorme montaña de regalos. Tantos, que dos días después aún seguía abriéndolos. El niño estaba feliz, gritaba a los vientos lo mucho que quería a Santa Claus, y hasta le escribió varias cartas de agradecimiento.
Luego comenzó a jugar con sus regalos. Eran tan alucinantes que no pudo esperar a salir a la calle para mostrárselos a los demás niños.
Pero, una vez en la calle, ninguno de los niños mostró interés por aquellos juguetes. Y tampoco por el propio Julio. Ni siquiera cuando este les ofreció probar los mejores y más modernos aparatos.
- Vaya- pensó el niño - supongo que me he quedado sin amigos. Bueno, qué más da, sigo teniendo mis juguetes.
Y Julio volvió a su casa. Durante algunas semanas disfrutó de un juguete nuevo cada día, y la emoción que sentía al estrenar un juguete todas las mañanas le hizo olvidar su falta de amigos. Pero no había pasado ni un mes cuando sus juguetes comenzaron a resultarle aburridos. Siempre hacían lo mismo, y la única forma de cambiar los juegos era inventándose nuevos mundos y aventuras, como hacía habitualmente con sus amigos. Sin embargo, hacerlo solo no tenía mucha gracia.
Entonces empezó a echar de menos a sus amigos. Se daba cuenta de que cuando estaba con sus amigos, siempre se les ocurrían nuevas ideas y formas de adaptar sus juegos ¡Por eso podían jugar con un mismo juguete durante semanas! Y tanto lo pensó, que finalmente llegó a estar convencido de que sus amigos eran mucho mejores que cualquier juguete ¡Pero si llevaba años jugando con sus amigos y nunca se había aburrido de ellos!
Y tras un año de mortal aburrimiento, al llegar la Navidad redactó para Papá Noel una humilde carta en la que pedía perdón por haber sido tan torpe de cambiar sus mejores regalos por unos aburridos juguetes, y suplicaba recuperar todos sus antiguos amigos.
Y desde entonces, no deseó por Navidad otra cosa que tener muchos amigos y poder compartir con ellos momentos de juegos y alegrías, aunque fuera junto a los viejos juguetes de siempre. FIN

LA DESAPARICIÓN DE LOS LUCKYS


CLASIFICACIÓN:
VALORES - AMISTAD
AUTOR:
Pedro Pablo Sacristan
EDAD:
A partir de dos años
WEBGRAFÍA
http:Cuentosparadormir.com
QUE TRABAJAMOS:
La amistad verdadera






Hace mucho tiempo, en el país de las Gominolas Mágicas, existían unos pequeños seres de colores llamados luckys. Eran redondos, peludos y suaves, y muy divertidos y cariñosos. Nacían de las flores más bellas, y eran una constante fuente de buena suerte para quienes estaban cerca. Por eso todas las personas se hacían acompañar por su propio grupo de luckys. Y competían por convertirlos en sus amigos ofreciéndoles juguetes, golosinas y toda clase de regalos.

Bueno, todas menos Violeta, una niña que nunca quiso conseguir sus luckys con regalos. Ella prefería tratarlos como verdaderos amigos, y se esforzaba en darles mucho cariño, hacerles favores, hablar con ellos y preocuparse por sus cosas... en resumen, necesitaba tanto tiempo para conseguir y cuidar a cada uno de sus peludos amiguitos, que era con diferencia la persona con menos luckys.
Cierto día corrió la noticia de que bajo las cataratas de miel vivían miles de luckys sin dueño, y la gente juntó regalos y golosinas para viajar hasta allí en busca de más buena suerte. Violeta era muy feliz con los luckys que tenía y no pensaba hacer el viaje, pero cuando vio que se quedaba sola, le pudo la curiosidad y también emprendió el camino con alegría.
Pero cuando llegó a las cataratas sólo encontró personas tristes y solitarias, sentadas junto a sus montones de regalos y golosinas. No había rastro de los luckys.
- Ten cuidado, la catarata se ha tragado todos nuestros luckys- le advirtió una mujer. - Se abre y los absorbe en un instante ¡Vete antes de que sea tarde!
Pero ya era tarde. Las cataratas se abrieron y cerraron con gran ruido. Sin embargo, al mirar a su alrededor, buscando a sus luckys, no faltaba ninguno de sus queridos amigos.
- No se los ha tragado - decían todos sin creérselo, formando un corro alrededor.
Antes de que pudieran hablar mucho más, las cataratas volvieron a abrirse. Esta vez se mantuvieron abiertas por más tiempo, y permitieron ver en su interior a todos los luckys felices y contentos rodeados de los mayores y mejores regalos que se pudieran imaginar. Cuando las aguas se cerraron, los luckys de Violeta seguían junto a ella.
Finalmente, las aguas se abrieron una tercera vez, manteniéndose abiertas, y un hombre de aspecto raro y divertido habló a los luckys con dulce voz.
- Venid conmigo, pequeños luckys. Aquí tendréis más y mejores cosas de lo que nunca podáis imaginar ¡Seremos grandes amigos!
La propuesta era tan tentadora que Violeta dijo:
- Podéis ir con él si queréis, chicos. Este sitio tiene una pinta estupenda. No me extraña que les haya gustado a los demás luckys.
Pero ni uno sólo de sus luckys se separó de ella. Se abrazaban tanto a su amiguita, que nadie dudó de que para aquellos pequeños lo verdaderamente estupendo era estar con la niña.
-¡Voy a recuperar a mis luckys! - dijo entonces un niño, dirigiéndose a la cascada.
Aquel niño fue el primero en decirlo, pero todos conocían las “locuras” de Violeta con los luckys, y supieron en seguida lo que tenían que hacer para recuperarlos. Y uno a uno fueron entrando bajo la cascada para dar a sus luckys el cariño, la atención y la generosidad que los hiciera verdaderos amigos suyos, y no de los regalos que solían hacerles. FIN

LA AMISTAD ESTA SOBRE TODO


CLASIFICACIÓN:
VALORES - AMISTAD
AUTOR:
Desconocido
EDAD:
A partir de tres años.
WEBGRAFÍA
http:cuentoscortosparaniños.com
QUE TRABAJAMOS:
La amistad esta por encima de todo


En una tarde de sol, dos niños que eran amigos desde la infancia, se preparaban para salir a pasear. Vivían muy cerca y al frente de un parque grande y bonito. Aquella tarde era especial pues empezaba la primavera, era domingo y había muchos niños que jugaban con sus cometas, unos en bicicleta y otros con patines, todo era alegría ya que en primavera todo tiene más color y alegría. Carlos y Adrián, querían saber cuál de ellos tendría la cometa más grande, bonita y la que volaba más alto.
Cuando empezaron a correr, todo iba muy bien hasta que la cometa de Carlos se enredó en un árbol. Adrián no se dio cuenta y siguió corriendo muy contento al ver tan alto su cometa de colores. Cuando volvió a buscar a su amigo, lo vio sentado en el parque, llorando desconsoladamente. Al regresar donde estaba Carlos y enterarse de lo sucedido, lo abrazó fuerte y le propuso jugar un rato cada uno con su cometa, con tal de no verlo triste. Así terminó la competencia entre amigos y empezaron a compartir como cuando eran más pequeños. FIN

MAPUCHE Y OSITO JUEGAN A LAS CARRERAS


CLASIFICACIÓN:
VALORES - AMISTAD
AUTOR:
Leticia Garcés
EDAD:
A partir de dos años.
WEBGRAFÍA
http: www.encuentos.com
QUE TRABAJAMOS:
La amistad y saber ponerse en el lugar de la otra persona


Una tarde de verano, Osito y Mapache jugaban en el bosque a correr alrededor de los árboles. Contaban hasta tres y corrían velozmente hasta llegar al otro lado del río, rodeando el bosque. Hicieron varias carreras pero Mapache ganaba continuamente, como excelente trepador que es y acostumbrado a subir a lo alto de los árboles para llegar a su madriguera, corría tan rápido que para cuando llegaba Osito, a Mapache ya le había dado tiempo de descansar para la próxima carrera.
Osito estaba arto de perder y ya se había cansado de llegar siempre el último, así que se enfadó y se puso a lloriquear.
-¡No es justo, yo quiero ganar también, tu siempre llegas el primero!- gritó
Osito creyendo que su amigo Mapache comprendería como se sentía. Pero no fue así.
Mapache se rió y le contestó:
-¡Osito, yo no tengo la culpa de ser más rápido que tú! Osito se sintió triste porque su amigo no comprendía cómo se sentía y ya no quiso jugar más con él.
En ese momento, vino Perrito, otro amiguito que solía jugar con ellos en el bosque. Al ver que jugaban a carreras, quiso hacer una con ellos y volvieron a contar uno dos y tres para llegar al otro lado del bosque.
En esta ocasión, para sorpresa de Mapache, ganó Perrito, y como dejó de ser el ganador, empezó a saltar de rabia y lleno de cólera gritaba:
-¡Quiero ganar yo, quiero ganar yo…!- Su amigo Perrito, les miro a los dos y sorprendido les preguntó.
-Pero, ¿no estabais jugando a carreras? Si es un juego, ¿por qué os enfadáis?, lo importante es que disfrutemos juntos y que nos alegremos del que llega primero no que nos enfademos por no serlo nosotros. Los amigos son felices cuando están juntos sin importarles quién gana. Si queréis nos damos la mano y corremos todos juntos hasta el otro lado del rio, será divertido, seguro que nos reímos mucho y llegamos todos a la meta.
En esos momentos, Mapache comprendió como se había sentido su amigo Osito cuando el ganaba todas las carreras y entendiendo que era más importante su amistad que ser los primeros en un juego, decidieron cambiar de actividad con el fin de pasar un buen rato juntos. FIN