viernes, junio 01, 2012

PABLO, UN NIÑO SIN COMPLEJOS


CLASIFICACIÓN:
VALORES - AUTOESTIMA
AUTOR:
Desconocido
EDAD:
A partir de cuatro años
WEBGRAFÍA
http://cuentosinfantilescortos.net
QUE TRABAJAMOS:
El sentirnos inferiores a los demás





Erase una vez un niño, que desde muy pequeño se había sentido que era inferior al resto de los niños de su clase, pues sacaba peores notas y además, se reían de él porque era algo torpe, este niño era Pablo.
Había veces en las que Pablo se caía o tropezaba cuando estaba jugando al fútbol, y los niños de su equipo siempre le decían: “Pablo, eres muy torpe.”
A Pablo, escuchar ese tipo de frases de sus amigos, no le venía nada bien, pues cada vez más pensaba que era el peor de todos, y cualquier cosa que decía, se reían de él, lo que provocaba que se enfadase y se pusiera a la defensiva ante cualquier cosa que le dijeran.
Pablo era un niño muy especial, era muy inteligente, educado y le gustaba relacionarse con los demás. Sin embargo, según iba cumpliendo años, no le gustaba que otras personas quedaran por encima de él, ya que entonces, se sentía mal consigo mismo.
Pero un día, Pablo conoció a una niña de 15 años que le gustaba mucho, Alba, y empezaron a salir juntos. Otro día, cuando estaban estudiando en la biblioteca del colegio, Pablo tenía una duda con un ejercicio de matemáticas, así que le preguntó: “Alba, ¿sabes de dónde sale este número? Alba contestó: “Sí, claro que se de dónde sale, pero es muy fácil Pablo, ¿no sabes cómo es?“.
Pablo empezó a sentir ese complejo de inferioridad y se puso a la defensiva, y le dijo: “pues claro que lo sé, no necesito tu ayuda“.
Entonces Alba se levantó de la mesa, y le dijo: “no deberías hablarme así, no te he ofendido, sólo te estaba preguntado que si no sabías como se hacía, nada más“. Después de decir esto, Alba cogió sus apuntes y se fue de la biblioteca.
En ese momento, Pablo seguía muy cabreado, en primer lugar por lo que le había dicho Alba, y en segundo lugar, porque se había ido.
Pero después de unas horas de reflexión, se dio cuenta que Alba no quería que él se sintiera mal, y que no podía seguir con ese complejo de inferioridad toda la vida, pues podría hacer daño a otras personas a las que quería mucho, como Alba.
Así que  a partir de ese momento, Pablo cambió su actitud y fue un niño sin complejos mucho más feliz que antes. FIN

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