CLASIFICACIÓN:
|
VALORES - ESFUERZO
|
AUTOR:
|
Byron Barton
|
EDAD:
|
A partir de tres años
|
WEBGRAFÍA
|
http://www.guiainfantil.com
|
QUE TRABAJAMOS:
|
El valor del esfuerzo
|
Había una vez una gallina roja
llamada Marcelina, que vivía en una granja rodeada de muchos animales. Era una
granja muy grande, en medio del campo.
En el establo vivían las vacas
y los caballos; los cerdos tenían su propia cochiquera. Había hasta un estanque
con patos y un corral con muchas gallinas. Había en la granja también una
familia de granjeros que cuidaba de todos los animales. Un día la gallinita
roja, escarbando en la tierra de la granja, encontró un grano de trigo.
Pensó que si lo sembraba
crecería y después podría hacer pan para ella y todos sus amigos.
-¿Quién me ayudará a sembrar el
trigo?, les preguntó.
- Yo no, dijo el pato.
- Yo no, dijo el gato.
- Yo no, dijo el perro.
- Muy bien, pues lo sembraré
yo, dijo la gallinita.
Y así, Marcelina sembró sola su
grano de trigo con mucho cuidado. Abrió un agujerito en la tierra y lo tapó.
Pasó algún tiempo y al cabo el trigo creció y maduró, convirtiéndose en una
bonita planta.
-¿Quién me ayudará a segar el
trigo?, preguntó la gallinita roja.
- Yo no, dijo el pato.
- Yo no, dijo el gato.
- Yo no, dijo el perro.
- Muy bien, si no me queréis
ayudar, lo segaré yo, exclamó Marcelina.
Y la gallina, con mucho
esfuerzo, segó ella sola el trigo. Tuvo que cortar con su piquito uno a uno
todos los tallos. Cuando acabó, habló muy cansada a sus compañeros:
-¿Quién me ayudará a trillar el
trigo?
- Yo no, dijo el pato.
- Yo no, dijo el gato.
- Yo no, dijo el perro.
- Muy bien, lo trillaré yo.
Estaba muy enfadada con los
otros animales, así que se puso ella sola a trillarlo. Lo trituró con paciencia
hasta que consiguió separar el grano de la paja. Cuando acabó, volvió a
preguntar:
-¿Quién me ayudará a llevar el trigo al molino
para convertirlo en harina?
- Yo no, dijo el pato.
- Yo no, dijo el gato.
- Yo no, dijo el perro.
- Muy bien, lo llevaré y lo
amasaré yo, contestó Marcelina.
Y con la harina hizo una
hermosa y jugosa barra de pan. Cuando la tuvo terminada, muy tranquilamente
preguntó:
- Y ahora, ¿quién comerá la
barra de pan? volvió a preguntar la gallinita roja.
-¡Yo, yo! dijo el pato.
-¡Yo, yo! dijo el gato.
-¡Yo, yo! dijo el perro.
-¡Pues NO os la comeréis
ninguno de vosotros! contestó Marcelina. Me la comeré yo, con todos mis hijos.
Y así lo hizo. Llamó a sus
pollitos y la compartió con ellos. FIN
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Gracias por ser lectores fieles Cuenta cuentos para educar.