domingo, junio 03, 2012

LA TORTUGUITA


CLASIFICACIÓN:
EMOCIONES - AGRESIVIDAD
AUTOR:
M.R Cheneider
EDAD:
A partir de dos años
WEBGRAFÍA
http://laclasedeelita.blogspot.com
QUE TRABAJAMOS:
Las peleas y las rabietas





Tortuguita era una tortuga pequeña a la que su mamá llevaba todos los días a la escuela. Cuando mamá Tortuga la preparaba para ir a la escuela siempre protestaba, prefería quedarse en casa jugando. No le gustaba colorear, hacer dibujos, escuchar cuentos, cantar canciones, hacer plastilina. Siempre molestaba a sus compañeros y se enfadaban con ella, siempre estaba metida en líos.
Cada día, al ir a la escuela, prometía a su mamá que se iba a portar bien pero siempre acababa por tirar las cosas, gritar, correr, insultar, pegar a los demás y la maestra ponía su foto en la margarita triste. En el comedor, algunos días, no quería comer y tiraba la comida y las cuidadoras se enfadaban con ella.
En casa también se portaba mal: no quería recoger los juguetes, daba malas contestaciones, no quería hacer las cosas y sus papás estaban disgustados y se enfadaban, la castigaban a su habitación.
Y empezó a pensar que era una tortuga mala y comenzó a sentirse muy, pero que muy mal. Un día, cuando peor se sentía, se encontró con la tortuga más grande y vieja de la ciudad .Tenía 200 años y era tan grande como una casay era muy sabia, todos la pedían consejos.
Doña Tortuga, que así se llamaba, le dijo:
- Tortuguita ¿qué te pasa? ¿por qué estas tan triste?
- Porque soy una tortuga mala. No me quiere nadie, todos me regañan.
Doña Tortuga, que era tan buena como sabia le dijo:
- La solución de tus problemas está en tu caparazón.
- ¿En mi caparazón?
- Si, puedes esconderte dentro de tu caparazón, cuando te enfades antes de pegar, dar voces, insultar, decir palabrotas, molestar. Cuando te encuentres dentro de tu concha, te quedas tranquila y piensa lo que tienes que hacer. Así pues, la próxima vez que te enfades métete enseguida dentro de tu caparazón.
Al día siguiente Tortuguita lo comprobó. Cuando se enfadaron sus compañeros y no querían jugar con ella, se empezó a enfadar mucho mucho y recordó lo que le había dicho Doña Tortuga, encogió sus brazos, piernas y cabeza y los metió dentro del caparazón y se mantuvo quieta hasta que se tranquilizó y pensó lo que debía hacer. Cuando salió fuera la maestra la felicitó, en vez de reñirle. Todos los viernes, la maestra ponía en su frente una pegatina y sus papás estaban muy contentos.
En casa en vez de dar malas contestaciones se metía dentro de la concha a pensar. Y luego recogía los juguetes y hacía lo que le decían sin protestar. Todos estaban muy contentos, antes de irse a la cama le daban un achuchón muy, pero que muy grande y le leían un cuento. Otros días ayudaba a su mamá a hacer natillas, un bizcocho para desayunar.
Sus amigos le preguntaban cuál era su secreto mágico. Un día Tortuguita les contó su secreto mágico y desde entonces no hay peleas, nadie dice palabrotas, no se insultan ni molestan, son buenos compañeros y amigos, pero sus papás y mamás no saben lo qué pasa en esa clase porque nadie ha contado el secreto. FIN

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